La adulta mayor de 87 años, que resultó gravemente herida la noche del miércoles en San Pedro de Santa Bárbara de Heredia debido a un accidente con un ascensor doméstico, falleció esa misma noche en el Hospital San Vicente de Paúl, a donde fue trasladada de emergencia. La información la confirmó ese centro médico este jueves ante consultas de La Nación. Según la información que había divulgado la Cruz Roja, al parecer un cable del ascensor doméstico se reventó y le provocó severas lesiones a la señora. Aunque la víctima llegó con vida a centro médico, falleció tiempo después. En enero del 2023, una trabajadora de una veterinaria en San Pablo de Heredia, identificada como Rebeca Sánchez Guevara, murió tras quedar prensada en un ascensor de carga de la tienda de animales. En aquella época trascendió que Sánchez, de 31 años, falleció cuando intentó revisar el elevador de mascotas que había sufrido un desperfecto mecánico. Sus allegados la recordaron como una apasionada de su profesión y que desde joven utilizaba sus ahorros personales para curar y alimentar a animales de la calle o incluso mascotas de vecinos. Colaboró la periodista Irene Rodríguez Fuente: La Nación
La adulta mayor de 87 años, que resultó gravemente herida la noche del miércoles en San Pedro de Santa Bárbara de Heredia debido a un accidente con un ascensor doméstico, falleció esa misma noche en el Hospital San Vicente de Paúl, a donde fue trasladada de emergencia. La información la confirmó ese centro médico este jueves ante consultas de La Nación. Según la información que había divulgado la Cruz Roja, al parecer un cable del ascensor doméstico se reventó y le provocó severas lesiones a la señora. Aunque la víctima llegó con vida a centro médico, falleció tiempo después. En enero del 2023, una trabajadora de una veterinaria en San Pablo de Heredia, identificada como Rebeca Sánchez Guevara, murió tras quedar prensada en un ascensor de carga de la tienda de animales. En aquella época trascendió que Sánchez, de 31 años, falleció cuando intentó revisar el elevador de mascotas que había sufrido un desperfecto mecánico. Sus allegados la recordaron como una apasionada de su profesión y que desde joven utilizaba sus ahorros personales para curar y alimentar a animales de la calle o incluso mascotas de vecinos. Colaboró la periodista Irene Rodríguez Fuente: La Nación
