El Ejército de Chile informó que el suboficial agredido el 10 de agosto en el Puesto de Observación Fronteriza (POF) en Colchane no cumplió con los protocolos establecidos. El incidente ocurrió alrededor de las 20:30 horas cuando el militar, que se encontraba en descanso, detectó la presencia de 10 personas cerca del límite fronterizo. A pesar de estar en su período de descanso, el suboficial se dirigió al lugar sin informar a sus superiores ni solicitar apoyo adicional, actuando de manera contraria a las normas. Además, el militar no portaba su casco ni chaleco de protección balística y había guardado el cargador de su fusil en un bolsillo, lo que lo dejó sin la protección adecuada. Durante el incidente, el suboficial se encontró con dos mujeres y, poco después, fue agredido por dos hombres con acento extranjero. Aunque intentó defenderse, no pudo evitar que le arrebataran su arma. El militar solicitó apoyo a un miembro de su equipo, quien notificó a los mandos de la Base Militar en Colchane. Se llevó a cabo un operativo para asistir al suboficial y se recuperó el fusil cerca del lugar del ataque. El suboficial, quien resultó con lesiones catalogadas como menos graves, está en proceso de recuperación. El Ejército ha presentado denuncias por maltrato a personal de las Fuerzas Armadas y robo de material de guerra, y ha iniciado una investigación sumaria administrativa para determinar las responsabilidades en este incidente.
El Ejército de Chile informó que el suboficial agredido el 10 de agosto en el Puesto de Observación Fronteriza (POF) en Colchane no cumplió con los protocolos establecidos. El incidente ocurrió alrededor de las 20:30 horas cuando el militar, que se encontraba en descanso, detectó la presencia de 10 personas cerca del límite fronterizo. A pesar de estar en su período de descanso, el suboficial se dirigió al lugar sin informar a sus superiores ni solicitar apoyo adicional, actuando de manera contraria a las normas. Además, el militar no portaba su casco ni chaleco de protección balística y había guardado el cargador de su fusil en un bolsillo, lo que lo dejó sin la protección adecuada. Durante el incidente, el suboficial se encontró con dos mujeres y, poco después, fue agredido por dos hombres con acento extranjero. Aunque intentó defenderse, no pudo evitar que le arrebataran su arma. El militar solicitó apoyo a un miembro de su equipo, quien notificó a los mandos de la Base Militar en Colchane. Se llevó a cabo un operativo para asistir al suboficial y se recuperó el fusil cerca del lugar del ataque. El suboficial, quien resultó con lesiones catalogadas como menos graves, está en proceso de recuperación. El Ejército ha presentado denuncias por maltrato a personal de las Fuerzas Armadas y robo de material de guerra, y ha iniciado una investigación sumaria administrativa para determinar las responsabilidades en este incidente.