La Fiscalía Regional de Arica y Parinacota ha establecido para noviembre la reconstitución de escena en la investigación sobre la muerte del conscripto Franco Vargas, quien falleció el 27 de abril durante una marcha de instrucción en la localidad de Pacollo, Putre. Otros dos soldados conscriptos también resultaron gravemente heridos y permanecen hospitalizados. El fiscal regional Mario Carrera explicó que la investigación se ha dividido en tres etapas. La reconstitución de escena será la tercera y última fase del proceso. “ Nos encontramos en una primera etapa, que involucra la recopilación de información médica y la identificación de los hechos ocurridos en el altiplano chileno” , detalló Carrera. Actualmente, se están llevando a cabo entrevistas con las víctimas, sus familiares directos, y cualquier persona que pueda tener información relevante sobre el incidente. “Una vez que tengamos estos antecedentes, identificaremos si existen hechos que pudieran constituir delitos” , agregó el fiscal. La segunda etapa de la investigación se centrará en la identificación de posibles imputados y en la toma de nuevas declaraciones. La reconstitución de escena, prevista para la última semana de noviembre, buscará verificar cómo las declaraciones y pruebas se corresponden con la realidad del lugar de los hechos. La diligencia implicará la presencia de los compañeros de escuadra de Vargas, quienes realizaron la marcha con él y posteriormente se retiraron del Ejército, así como de aquellos que continúan en servicio. La coordinación para la reconstitución de escena está siendo realizada a través de la Unidad de Víctimas y Testigos. “Esperamos con esto buscar respuestas sobre lo ocurrido y determinar si hay personas responsables a quienes imputar eventuales delitos” , concluyó el fiscal Carrera. Desde el Ministerio Público también se informó que la segunda autopsia realizada bajo el Protocolo de Minnesota está pendiente de resultados por parte del Servicio Médico Legal, junto con otros exámenes de laboratorio para determinar la causa de la muerte de Vargas.
Tras más de dos meses de intensa controversia, la Corte Suprema ha determinado que será la justicia ordinaria la encargada de esclarecer los trágicos eventos que rodearon la marcha militar en Putre, donde perdió la vida el joven Franco Vargas. Este hecho, que conmocionó a todo el país, ha puesto bajo escrutinio al Ejército chileno, que enfrenta acusaciones de negligencia y maltrato. El incidente ocurrió durante una marcha en el sector de Pacollo, donde Vargas, un conscripto, sufrió un colapso fatal. Según testimonios de sus compañeros, las condiciones de la marcha eran extremas y carecían del equipamiento adecuado y condiciones higiénicas mínimas. Estos reclamos fueron respaldados por la comunidad y por el propio director del Centro de Salud Familiar de Putre, quien desmintió la versión inicial del Ejército sobre la atención médica proporcionada a Vargas. Las contradicciones en los informes iniciales del Ejército llevaron a la destitución de seis oficiales implicados en la organización de la marcha, mientras que el comandante en jefe, Javier Iturriaga, admitió que la información inicial entregada por la institución fue imprecisa. Además, se presentó una querella por parte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), detallando no solo negligencia médica, sino también acusaciones de malos tratos generalizados. Los conscriptos que decidieron abandonar el servicio militar relataron un ambiente de hostilidad y abuso verbal por parte de sus superiores, incluyendo insultos homofóbicos y amenazas de violencia sexual contra familiares peruanos. Todas estas situaciones ocurrieron dentro de un contexto de maltrato verbal permanente , con frases homofóbicas tales como: 'eres niñita, maricón, amariconado, lesbiano'; otras frases de connotación sexual, como: 'la maraca de tu polola está saltando encima de otro weón, pelao cornúo, 'te están cagando con otro, pelao cachúo' (sic), dice la querella. 'Hay que cruzar la frontera y violar a las peruanas, antes que vengan los peruanos a violar a tu mamá o a tu hermana’”, eran otras de las frases que decían los instructores según la querella. “En la ‘enfermería’ les trataban con desprecio con frases como ‘roto asqueroso’, y el trato permanente y habitual era ‘pelao culi...’ o ‘pelao conchetuma....’; (sic) así como repetían la frase ‘un pelao menos es mejor’ aún después del fallecimiento de uno de los jóvenes que se encontraba en campaña con ellos, Franco Vargas, situación que algunos de ellos presenciaron directamente. En ocasiones los cabos, les decían cosas muy vulgares y denigrantes , y más que eso, cosas degeneradas y enfermizas. Les decían que, si estuviéramos en una guerra, los peruanos vendrían y violarían a sus familias; a sus mamás, hermanas, niñas y mujeres chilenas y que, antes que eso pasara, ellos tenían que pasar la frontera y violar a las mujeres peruanas , relata en la querella otro de los conscriptos, señala la querella otro de los conscriptos.
La Fiscalía Regional de Arica y Parinacota ha establecido para noviembre la reconstitución de escena en la investigación sobre la muerte del conscripto Franco Vargas, quien falleció el 27 de abril durante una marcha de instrucción en la localidad de Pacollo, Putre. Otros dos soldados conscriptos también resultaron gravemente heridos y permanecen hospitalizados. El fiscal regional Mario Carrera explicó que la investigación se ha dividido en tres etapas. La reconstitución de escena será la tercera y última fase del proceso. “ Nos encontramos en una primera etapa, que involucra la recopilación de información médica y la identificación de los hechos ocurridos en el altiplano chileno” , detalló Carrera. Actualmente, se están llevando a cabo entrevistas con las víctimas, sus familiares directos, y cualquier persona que pueda tener información relevante sobre el incidente. “Una vez que tengamos estos antecedentes, identificaremos si existen hechos que pudieran constituir delitos” , agregó el fiscal. La segunda etapa de la investigación se centrará en la identificación de posibles imputados y en la toma de nuevas declaraciones. La reconstitución de escena, prevista para la última semana de noviembre, buscará verificar cómo las declaraciones y pruebas se corresponden con la realidad del lugar de los hechos. La diligencia implicará la presencia de los compañeros de escuadra de Vargas, quienes realizaron la marcha con él y posteriormente se retiraron del Ejército, así como de aquellos que continúan en servicio. La coordinación para la reconstitución de escena está siendo realizada a través de la Unidad de Víctimas y Testigos. “Esperamos con esto buscar respuestas sobre lo ocurrido y determinar si hay personas responsables a quienes imputar eventuales delitos” , concluyó el fiscal Carrera. Desde el Ministerio Público también se informó que la segunda autopsia realizada bajo el Protocolo de Minnesota está pendiente de resultados por parte del Servicio Médico Legal, junto con otros exámenes de laboratorio para determinar la causa de la muerte de Vargas.
Tras más de dos meses de intensa controversia, la Corte Suprema ha determinado que será la justicia ordinaria la encargada de esclarecer los trágicos eventos que rodearon la marcha militar en Putre, donde perdió la vida el joven Franco Vargas. Este hecho, que conmocionó a todo el país, ha puesto bajo escrutinio al Ejército chileno, que enfrenta acusaciones de negligencia y maltrato. El incidente ocurrió durante una marcha en el sector de Pacollo, donde Vargas, un conscripto, sufrió un colapso fatal. Según testimonios de sus compañeros, las condiciones de la marcha eran extremas y carecían del equipamiento adecuado y condiciones higiénicas mínimas. Estos reclamos fueron respaldados por la comunidad y por el propio director del Centro de Salud Familiar de Putre, quien desmintió la versión inicial del Ejército sobre la atención médica proporcionada a Vargas. Las contradicciones en los informes iniciales del Ejército llevaron a la destitución de seis oficiales implicados en la organización de la marcha, mientras que el comandante en jefe, Javier Iturriaga, admitió que la información inicial entregada por la institución fue imprecisa. Además, se presentó una querella por parte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), detallando no solo negligencia médica, sino también acusaciones de malos tratos generalizados. Los conscriptos que decidieron abandonar el servicio militar relataron un ambiente de hostilidad y abuso verbal por parte de sus superiores, incluyendo insultos homofóbicos y amenazas de violencia sexual contra familiares peruanos. Todas estas situaciones ocurrieron dentro de un contexto de maltrato verbal permanente , con frases homofóbicas tales como: 'eres niñita, maricón, amariconado, lesbiano'; otras frases de connotación sexual, como: 'la maraca de tu polola está saltando encima de otro weón, pelao cornúo, 'te están cagando con otro, pelao cachúo' (sic), dice la querella. 'Hay que cruzar la frontera y violar a las peruanas, antes que vengan los peruanos a violar a tu mamá o a tu hermana’”, eran otras de las frases que decían los instructores según la querella. “En la ‘enfermería’ les trataban con desprecio con frases como ‘roto asqueroso’, y el trato permanente y habitual era ‘pelao culi...’ o ‘pelao conchetuma....’; (sic) así como repetían la frase ‘un pelao menos es mejor’ aún después del fallecimiento de uno de los jóvenes que se encontraba en campaña con ellos, Franco Vargas, situación que algunos de ellos presenciaron directamente. En ocasiones los cabos, les decían cosas muy vulgares y denigrantes , y más que eso, cosas degeneradas y enfermizas. Les decían que, si estuviéramos en una guerra, los peruanos vendrían y violarían a sus familias; a sus mamás, hermanas, niñas y mujeres chilenas y que, antes que eso pasara, ellos tenían que pasar la frontera y violar a las mujeres peruanas , relata en la querella otro de los conscriptos, señala la querella otro de los conscriptos.